En la vida moderna las tareas domésticas son todo un tabú: nadie habla de ellas y de cara a la galería es como si no existieran.
Como mucho, nos quejamos un poco de vez en cuando con alguien de confianza, pero lo cierto es que aparte de consumir muchas horas a la semana y al año, producen fricciones frecuentes en la pareja y mucho agotamiento y desgaste personal.
Para atender a este problema, he creado el siguiente vídeo en el que voy a hablarte de qué aspectos son claves para reducir el tiempo dedicado a las tareas domésticas y te voy a dar pautas concretas para empezar desde hoy mismo a tener más tiempo libre.
#1 ¿Cuánto te pesan las tareas rutinarias?
Las quejas más habituales que escucho en mis clientas son:
- «Estoy agotada, no puedo más»
- «El tiempo para mí ha desaparecido»
- «Si no lo hago yo no lo va a hacer nadie»
- «Necesito tener todo ordenado y mi pareja no está al mismo nivel, ¿hace falta que le diga lo que hay que hacer? «
¿Te has parado a pensar en cuáles son las tareas que más te pesan, te aburren y te cargan? Coge un papel y apúntalas todas.
Y ahora que ya las tenemos, ¿a qué dedicarías ese tiempo si no tuvieras que hacerlas? ¿cómo de importante es eso para ti?
#2 Reducir la exigencia
Aquí hay un aspecto importante que está influyendo tanto en lo que hacemos como en cómo nos sentimos y es nuestra exigencia interna.
Tenemos tantas pautas interiorizadas socialmente que hemos ido aprendiendo a lo largo de nuestra vida que a veces ni nos damos cuenta de que son sólo una manera de hacer las cosas. Simplemente pensamos que las cosas tienen que ser así y punto.
También influyen mucho las imágenes idealizadas de las redes sociales y medios de comunicación en las que parece que mucha gente vive como si estuviera dentro de una revista de decoración. Pero realmente, todo conlleva mucho esfuerzo y renuncias.
Si tu ideal es algo que puedes llevar a la práctica y además te hace feliz, no hay ningún problema, adelante. Sigue haciéndolo.
El tema es cuando el hecho de que las cosas se alejen de tu ideal, esto te provoca estrés y frustración. Entonces sí que necesitas hacer algo para ir flexibilizando esta imagen.
Ahora vuelve al listado de tareas que has escrito hace un momento y marca todas las que te gustaría dejar de hacer o reducir porque te pesan y estás harta de hacerlas.
#3 Elegir
Aunque la realidad no siempre va a ser como la imaginamos, es importante tener la sensación de que estamos eligiendo hacer lo que hacemos. Porque cuando hacemos cosas que no consideramos justas o que creemos que nos exceden, esto se convierte en frustración y enfado.
Así que vamos a ver cuál sería la situación ideal para nosotras y a partir de ahí veremos cuál es el camino más rápido y eficaz para conseguirlo.
Quiero que te visualices como si en vez de vivir en pareja o en familia estuvieras compartiendo casa con un compañero o compañera de piso, ¿cómo serían las cosas? ¿qué estarías haciendo y qué no? ¿en qué se diferencia de tu realidad?
Ahí ya tienes las conclusiones de lo que sería la situación justa y equilibrada para ti:
-
Si compartiera piso estaría haciendo…
-
Si compartiera piso no estaría haciendo…
#4 Hazte la vida más fácil
Vamos a ser prácticas y vamos a optimizar el tiempo, hay cosas que nos encantaría hacer y que pertenecen a un ideal que nos aleja de tener más tiempo y de disfrutar muchas cosas.
No quiere decir que no las vayas a poder hacer en un futuro, pero si en este momento estás desbordada y sientes que necesitas tiempo para ti, toca optimizar el tiempo y elegir otras formas de hacer las cosas.
Te voy a dar varios ejemplos, no todos tienen que ser válidos ni necesarios para ti, pero son ideas que puedes ampliar o transformar en otra cosa:
- Podéis hacer la compra en casa por internet cada dos semanas
- Dejar de planchar y secar la ropa en las propias perchas
- Preparar los domingos la comida en tuppers para no tener que dedicar mucho tiempo a cocinar durante la semana
- Podéis tener asignados unas tareas fijas cada uno al volver a casa. Por ejemplo: los martes cuando Pepito vuelve del trabajo compra el pescado que prefiera y los jueves que Pepita vuelve más tarde compra unas salchichas para cenar
#5 Delega
Uno de los problemas en los que caemos con frecuencia las mujeres y que tiene un origen social es el ir adquiriendo poco a poco tareas y responsabilidades que no son nuestras. Esto suele generar frustración y alejamiento de la pareja, pero te voy a desvelar un secreto… y es que la solución está muy lejos de tener que discutir una y otra vez.
Generalmente después de discutir las cosas suelen seguir siendo parecidas, sólo nos sirven para descargar un poco el enfado.
Así que vamos a probar otra cosa que funciona mucho mejor y que está demostrado por cientos de casos de éxito de mis clientas: tienes que dejar de hacer, no hay otra.
En algunos casos, si se trata de tu pareja simplemente consistirá en dejar de hacer y devolverle la responsabilidad (también te digo que esto no significa que las cosas vayan a salir como te gustaría o según tu ideal). Imagínate que a tu hijo de 16 años siempre le has preparado el bocadillo de la merienda y de pronto un día no estás, se sentirá perdido y pensará que no es capaz de hacerlo. Pero si esto le pasa 3 veces, habrá adquirido la habilidad. Pues esto es lo mismo, ¡no hagas de madre por favor!
Como sé que no parece fácil en principio, te voy a dar unas pautas muy sencillas para que empieces a practicar. Es más fácil de lo que parece porque no tienes que convencer a nadie. Eso sí, lo que no podemos conseguir ni pretender es que la otra persona actúe y piense como nosotras.
- Si uno se encarga de la comida, otro de la cena
- Cada uno se encarga de sus lavadoras
- Cada uno se encarga de su armario y de ordenar su ropa
En otros casos, podemos delegar la tarea en otros agentes o empresas, por ejemplo:
- Contratar a una persona o empresa que limpie en casa por horas
- Que el suelo lo limpie un robot como la roomba o la conga; algunas familias le ponen incluso su propio nombre ; )
- Algunas comidas se pueden comprar en los menús preparados llevando un recipiente de casa
- Que el supermercado más cercano se encargue de traeros la compra a casa
- Pedirle a alguien cercano o vecin@ que recoja tu compra semanal de algún producto fresco
Quiero que te des cuenta de que para repartir las tareas domésticas y hacer menos no hay que hacer un gran esfuerzo para convencer a nadie, sólo tienes que tener claro qué es lo pertinente para hacer tanto tú como cada miembro de la familia y elegir todo lo que puedes reducir y delegar en tu entorno. Muchas veces es solo cuestión de cambiar de hábitos para optimizar tu tiempo.
Ahora es vuestro turno, a vosotras ¿qué os funciona para optimizar vuestro tiempo? ¿tenéis algún truco? Os animo a que los escribáis en comentarios y así tendremos más ideas para poner en práctica.
Un abrazo,
Clara