Mira que eres cabezota, hijo; tú eres muy pesada, eh; pero, ¿eres tonto?… Los niños y las niñas están continuamente escuchando frases negativas acerca de lo que son y lo que no son, lo cual influye directamente en su auto-concepto. Para solucionar esta situación, he preparado el siguiente vídeo con 2 técnicas súper valiosas para fomentar un autoconcepto positivo y una autoestima a prueba de bombas en nuestras criaturas. Y lo mejor, es que sólo te llevará 1 minuto al día. A continuación, encontrarás un resumen de lo que te cuento en el vídeo y las dos técnicas para descargar.
Lo nuestro es increíble, es ver a una criatura y nos ponemos a valorar sus características como si tuviéramos que hacer un currículo. Y esto nos pasa tanto a las madres y los padres, como a la gente que nos rodea. A veces, lo hacemos por justificar un comportamiento que nos da vergüenza y otras veces por desahogo, pero el caso es que las niñas y los niños están todo el día oyendo comentarios acerca de sí mismos.
Imagínate por un momento que te encuentras tú en esta situación, me pongo yo como ejemplo: Clara, mira que eres pesada; jo, clara, ¡qué despacio comes!; eres muy seria, eh…; Clara me pones nerviosa, ¡vas a parar ya de una vez! No se tú, pero yo lo primero que haría, sería mandar a esa persona a la mierda.
Resulta que nuestro autoconcepto es aquello que nos decimos de nosotros y nosotras mismas y se forma en los primeros años de vida a partir de cómo nos tratan las personas significativas de nuestro entorno, sobre todo de nuestras figuras principales de apego. Y esto se transmite a través del lenguaje, del contacto y de los ojos con los que nos miran.
Vamos, que si te dicen que eres un bicho y te tratan como a un bicho, es muy posible que en unos años, tú sientas que eres un bicho.
Truco para no joder su autoconcepto: No es lo que son, es lo que hacen
Ya sé que en la vida moderna no hay tiempo para nada, como para estar analizando todo lo que decimos… ¡total, si quiere decir lo mismo…! Esta es una frase que se repite mucho entre los abuelos, ¿os suena?
Pero de verdad que no, que no es lo mismo, que el lenguaje crea diferentes realidades dependiendo de las palabras que utilicemos. No es lo mismo ni parecido decirle a alguien “eres tonto” que “este rato estás haciendo muchas tonterías”.
Así que desde aquí, ¿qué te parece si hacemos el firme propósito de, al menos cuando nos dirijamos nosotras a nuestras criaturas, usar esta expresión? “Lo que has hecho es…” “No me gusta cuando haces…” (más ejemplos en el documento que te dejo abajo para descargar).
Porque en verdad, todas las personas tenemos un repertorio muy amplio de conductas y maneras de hacer las cosas y definiéndoles en lo que son y lo que no son, solo vamos a conseguir empobrecer su paleta de colores.
Imagínate que un niño de 3 años lleva un dibujo a casa de algo que ha pintado en el cole y delante de toda la familia escucha a su mamá: qué le vamos a hacer, cariño, si tú pintas fatal como yo. Es probable que este niño ya no vuelva a interesarse por pintar y de hecho no hará dibujitos en clase como otros niños, ni esperará con ganas la clase de educación artística, evitará pintar en casa y no se apuntará por supuesto a ninguna extraescolar donde tenga que dibujar o pintar. ¿Cómo será esta habilidad cuando tenga 13 años? Pues como la de un niño de 3 años que incorporó en su autoconcepto que no era bueno pintando y esto le hizo no desarrollar la habilidad.
La técnica mágica para una autoestima a prueba de bombas: El amadrinamiento
Esta técnica tiene increíbles resultados y una vez que la interiorices, la podrás aplicar con peques, con personas adultas y también contigo misma.
Amadrinar es el proceso de ver y bendecir a otra persona. Antes que nada, te aviso de que le he cambiado el nombre (normalmente se llama apadrinamiento) pero por qué no, la vamos a llamar como queramos, y a partir de unas frases básicas, podemos hacer esta técnica nuestra e introducir nuevas palabras.
A continuación, la dejaré escrita para que puedas descargarla y empezar a practicar desde hoy mismo.
Porque como hablábamos antes, estamos constantemente recibiendo mensajes acerca de lo que somos y no somos y de cómo hacemos las cosas, pero esta técnica consiste en algo que es mucho más provechoso:
Nos vamos a dirigir al ser, a la esencia e identidad de la otra persona. Le vamos a decir que es bienvenida y que ya es única por el hecho de existir.
Para llevarla a la práctica es muy importante cómo te encuentres. Hazlo sólo cuando estés tranquila y no tengas la mente en otra cosa. Serán uno o dos minutos y es muy importante que estés presente y no quieras estar en otro lado.
A mí me gusta hacerlo cuando estoy durmiendo a mi hijo y ya se ha desactivado un poco, ya hemos cantado y está medio despierto-medio dormido. Entonces empiezo a notar mi respiración y a hacerla más profunda y noto como él se va sintonizando con el ritmo de mi respiración.
Sigo respirando lento y sonoro mientras le acaricio el pelo o la tripa y le voy diciendo algunas de estas frases: tú existes, cariño, yo te veo… eres importante y eres valioso… tienes mucho que aportar.
Es fundamental hacerlo muy despacio, respira entre frase y frase, sintiendo cada palabra. Es tu ser el que habla a su ser. Piensa que le estás haciéndole un importante regalo para toda su vida: sentirse bienvenido y aceptado. No hay nada más importante para nuestra autoestima.
Ya ves que lo que oyen nuestros hijos de ellos mismos lo integran fácilmente en su autoconcepto, por lo que el hecho de pararnos un momento para revisar cómo les hablamos, tiene un valor incalculable para su vida futura.
Sobre lo que les dicen otras personas, no podemos hacer mucho más que pedir, pero sobre nuestros mensajes, podemos empezar a actuar desde ya mismo.
Te animo a lleves a la práctica los trucos que te he facilitado para ayudar a tus hijas e hijos a fomentar una sólida autoestima. La técnica del amadrinamiento la puedes poner en práctica esta misma noche y contarme en los comentarios cómo ha ido.
Un abrazo,
Clara
Es un vídeo muy bueno. Estoy convencido de que madres, padres, abuelos y abuelas no quieren decir que su hijo o nieto ES «tonto», sino que ESTÁ «haciendo tonterías». Y, sin embargo, en vez de aprovechar la riqueza léxica del castellano, que además en este caso está al alcance de cualquiera, se decantan por la vía fácil, pensando que el niño es consciente de su comportamiento…
Gracias por tu comentario, Aleix. Claro, desde luego que nadie quiere perjudicarles, son de estas cosas que decimos sin darles mucha importancia. Así que con un pequeño cambio estamos favoreciendo su desarrollo futuro de forma muy valiosa. Un saludo!
Muy cierto todo lo que dices Clara, no somos conscientes de la importancia que tienen nuestras palabras y la forma de comunicarnos con los peques desde temprana edad. Me encanta la técnica del amadrínamiento! Es curioso pero esa técnica la usaban en la película “criadas y señoras”. Una de las criadas le repetía a una de las niñas que cuidaba “tú eres lista, tú eres buena, tú eres importante” cada vez que su madre la menospreciaba y me pareció maravillosa entonces y me parece maravillosa ahora. Cuanta razón tienes tus palabras!!!
Gracias por tus palabras Johana y qué bueno tener el ejemplo de la técnica en una película, lo apunto!! Un beso
Maravilloso vídeo y artículo, y totalmente cierto. El lenguaje verbal que usamos es fundamental para la comunicación, tanto para iguales como para nuestros peques, más con ellos dado que son esponjas y absorben todo lo que oyen, y como dices, se van formando según les tratemos o hablemos.
He de reconocer, que no siempre lo consigo, y hasta me he ruborizado cuando me he visto identificada con el dibujo del cole. No por el dibujo en sí, si no por alguna situación similar con algo en concreto.
Gracias por tu trabajo, abrazo!
Gracias por tus palabras Ruth y por compartir algo tan personal e íntimo como un precioso «darte cuenta». Un abrazo muy fuerte!
Muy de acuerdo con todo lo que dices Clara, a lxs niñxs hay que educarlos con mensajes positivos y constructivos y no con mensajes limitantes.
A veces simplemente es porque no nos damos cuenta, pero empezar a poner consciencia en el lenguaje que usamos es muy importante para relacionarnos con nuestros pequeñxs y también para relacionarnos los adultos entre nosotros.
Saludos!
Muchas gracias por tu aportación, Nerea. Al final se trata de seguir poniendo consciencia en el lenguaje y nuestros actos… por unas relaciones donde nos cuidemos! Un abrazote!
Me ha parecido muy interesante saber todo lo que puede cambiar el autoconcepto de un niño dependiendo de los mensajes que le lleguen de su entorno más cercano. Coincido contigo, Clara, en que los adultos tenemos que pararnos a pensar en la forma y el contenido del mensaje que transmitimos a los pequeños, ya que, como nos has explicado, hay mucho en juego.
¡Gracias por compartir tus conocimientos!
Gracias a ti Maite por tus palabras, un beso!